Cada día es más común ver a la gente jóven con los auriculares puestos en sus zonas de trabajo, pero ¿es realmente productivo escuchar música mientras trabajas?

Pues, varios estudios concluyen que escuchar música puede ser de bastante ayuda para el trabajador. Hay quienes afirman que ayuda a concentrarse, por lo tanto, el rendimiento de la persona mejora considerablemente. A su vez, ayuda a eliminar el estrés y a asociar a la oficina donde trabaja con algo bueno, por todo esto la rutina es menos molesta en un entorno agradable. Esto ocurre porque la música libera serotonina y dopamina.

Uno de los efectos inmediatos de escuchar música en el trabajo es que evita la concentración en ruidos externos, ya sea gente hablando, risas o incluso sonidos de construcción. Además, fortalece las relaciones personales y de profesión ya que fomenta una comunicación sólida y fluida entre las partes.

Por otro lado, los estudios afirman que no es necesario tener música constantemente ya que puede causar agotamiento, unos periodos de 15 a 30 minutos pueden bastar para mejorar el ambiente. Sin embargo, el cerebro nos agradecerá enormemente que los tiempos de mayor intensidad laboral los hagas con música.

Dependiendo de la tarea que realices, hay personas que recomiendan distintos tipos de música:

• Rock clásico, hard rock o heavy metal: si estás todo el día de pie o en movimiento son las tonalidades ideales.
• Punk, punk rock, rap, hip-hop, rock and roll: excelente para deportistas que necesitan mantener el ritmo de sus actividades constante. Además los motiva.
• Pop, oldies o música clásica: si tu trabajo requiere que escuches los ruidos externos, son los más recomendables para ti.
• Jazz, smooth jazz o música clásica: si tu puesto requiere de tranquilidad, quietud y creatividad estos ritmos pueden ayudarte muchísimo.

De igual forma, afirman que escuchar cualquier música que sea de tu agrado será una excelente manera de aumentar tu productividad y concentración en la actividad que estés realizando.

Cuéntanos, ¿escuchas música mientras trabajas?

– Camila Alvarez

Todos los seres humanos tenemos la capacidad de generar nuevas ideas o darle otro enfoque a ideas ya existentes, solo debemos despertar nuestra creatividad. Si bien es innata, muchas veces no sabemos conectarnos con ella.  Los niños sorprenden por lo creativos que son y lo lejos que puede llegar su imaginación, por eso es importante estimularlos para que con el paso de los años toda esa creatividad no se disipe.

Una persona creativa se arriesga o experimenta cosas nuevas, le saca provecho a cada situación, se caracteriza por su fluidez mental o capacidad de generar un gran número de alternativas, posteriormente se activan las habilidades y destrezas.

Para este nuevo mundo, la capacidad de ser creativos e innovar se convirtieron en requisitos necesarios para la subsistencia y crecimiento personal. La creatividad es por lejos una de las estrategias fundamentales de la evolución y el principio básico para el mejoramiento de la inteligencia, aunque existe un debate aún sin resolver por lo que vuestra opinión será siempre bienvenida.

Se dice que la persona inteligente focaliza en cada situación la mejor alternativa, que se construye bajo la apropiación de conocimientos específicos mientras que una persona puede ser creativa sin necesidad de formarse en alguna temática dado que, como comenté con anterioridad, es una condición innata.

Entonces, ¿consideras a la creatividad como un subconjunto de la inteligencia?, o ¿la inteligencia es un subconjunto de la creatividad?

¿La creatividad y la inteligencia son esencialmente lo mismo o no poseen relación alguna?

Si quieres explotar al máximo tu creatividad te invito a mi curso Arte y Personalidad.

¡Hasta la próxima!

                                                                                                –  Lorena Farace

Arte y Personalidad workshop para el desarrollo de la creatividad

Ni fama ni caer bien. Marca personal es Prestigio
Xavi Roca

La única forma de diferenciarse en este mercado tan competitivo es manejando la carrera profesional como las grandes empresas manejan su cartera de productos y servicios. Estas palabras las escribió Tom Peters en agosto de 1997, en un artículo titulado “The Brand Called You” en la revista Fast Company.

En ese mismo artículo también expresaba: “Las grandes compañías entienden la importancia de las marcas. Hoy, en la Era de las Personas, tú debes ser tu propia marca”.[1]

A partir de este artículo, Tom Peters es considerado como el creador del concepto de personal branding y aquellas líneas hoy más que nunca están vigentes: pues “…cada uno de nosotros es el Director General de su propia empresa: YO, S.L. En el entorno laboral en el que nos ha tocado vivir, nuestro trabajo más importante es ser el principal vendedor de la marca que denominamos: YO, S.L.”[2]

En su libro 50 claves para hacer de usted una marca, Peter recomendaba a sus lectores que se preguntaran a sí mismos sobre aquello que los hacía diferentes al resto de la gente: “…quienes aspiran a tener marca deben preguntarse también cuáles son sus principales fortalezas, sus rasgos más notables y aquello en lo que pueden aportar valor”.

Pero hay que hacer una aclaratoria, para ello vamos a parafrasear a Eva Collado, “marca personal no se trata de venderte, sino de que te encuentren”[3]. Si partimos de esta premisa, para que te encuentren debes sobresalir y diferenciarte, para ello antes de hablar de logos, fotografía y aspecto personal se debe pasar por un proceso de autoconocimiento para identificar quién eres y qué sabes hacer, para luego establecer una propuesta de valor que te haga como profesional una opción preferente por el valor que puede agregar a otros. Allí parte la marca personal, que no es otra cosa que el proceso de convertir en quién eres.

Personal branding, posicionamiento personal, marketing personal o como quieran llamarlo, es saber que la marca eres tú y que tu producto es lo que haces por los demás, el valor que le agregas a otros… la razón por la que deberían contratarte. Es saber dónde estás y hacía dónde quieres ir, y establecer la ruta para ir del estado presente al estado deseado.

De acuerdo a Andrés Pérez Ortega, marca personal es identificar y comunicar las características que te hacen ser diferente, que te hacen ser relevante, que te hacen sobresalir. Que te hacen ser visible en un entorno homogéneo, competitivo y cambiante.[4]

Guillem Recolons[5] plantea que la marca personal no es crearse perfiles en Facebook o en Twitter o en Linkedin. Es un proceso más complejo que incluye áreas de autoconocimiento, de estrategia y de comunicación. No existe la marca personal 2.0. Ni existe el “creative” personal branding. Existe la marca personal, que se puede proyectar en cualquier ámbito de nuestra vida, en el real y en el virtual.

Para los redactores de portal Coaching-Tecnológico[6], la Marca Personal es un concepto de desarrollo personal que consiste en considerarse uno mismo como una marca, que al igual que las marcas comerciales, debe ser elaborada, transmitida y protegida, con ánimo de diferenciarse y conseguir mayor éxito en las relaciones sociales y profesionales. El concepto surgió como una técnica para la búsqueda de trabajo sea por primera vez o sea como cambio de carrera o profesión, y hoy es ampliamente utilizada por emprendedores, deportistas, ejecutivos, coach y cualquier profesional que ofrezco sus servicios.

Marca personal NO es crear un personaje, es interpretarte a ti mismo, es tomar el control de cómo quieres ser percibido y trabajar en función de ello, no para hacerse famoso, sino con el propósito de dejar huella. Una marca personal necesita tiempo y persistencia para desarrollarse. Se basa en las percepciones que los demás tienen de cada uno. La marca personal es descubrir todo aquello que hace a un individuo único y valioso, y al conseguirlo su valor aumenta, así como sus posibilidades de elección y posibilidades de ser seleccionado.

¡La marca eres tú!

Marca personal es el proceso de hacernos visibles, notorios con una propuesta de valor, la cual se fundamenta en evidencias. Como profesionales debemos trabajar en nuestra marca personal definiendo especialmente nuestro propósito y las vías para dejar huellas positivas en todos aquellos con quienes hacemos contacto.

Por: Leyda Campos

Fuentes:

[1] Peters, Tom. (1997) “The Brand Called You” Fast Company.

[2] Peters, Tom. (2005) “5 Claves para hacer de usted una marca”. Ediciones Deusto.

[3] Eva Collado, española y consultora estratégica de capital humano.

[4] Andrés Pérez Ortega, escritor y experto en Marca personal, creador del site http://www.marcapropia.net

[5] Guillem Recolons. (2011). Soy mi marca personal y transferible.

[6] Artículo de Emili Rodríguez http://www.coaching-tecnologico.com/que-es-la-marca-personal/