No podemos negar que la  tecnología, gracias a sus avances, forma parte de nuestro día a día y cada vez con mayor intensidad. Todos nos hemos imaginado cómo serán los carros del futuro, los hospitales u otros servicios, sin embargo, muy pocos pensamos en cómo serán las comunicaciones tecnológicas.

Muchos afirman que las relaciones interpersonales se verán opacadas, en un futuro no muy lejano, por los teléfonos celulares inteligentes y las próximas tecnologías a surgir. Por otro lado, otros muchos afirman que ya se están viendo bastante afectadas en este tiempo, el ejemplo que todos utilizan son las actuales reuniones sociales donde la gran mayoría se encuentra constantemente pegados a una pantalla de algún dispositivo móvil, sin fijarse en quién tienen al frente.

Jose García Guaita, en su artículo “¿Cómo nos comunicaremos en el futuro?”, afirma que ya llegó la época de “compartir el momento” y no de vivirlo. Utilizando el mismo ejemplo anterior, actualmente no nos preocupamos realmente por vivir lo que está sucediendo sino que queremos compartir todo lo que comemos, bebemos o simplemente vivimos. Queremos que nuestros seguidores sean parte de nuestra cotidianidad.

En cuanto a los medios comunicacionales, se verán obligados a cambiar la forma en la que actualmente entregan la información. No es secreto para nadie que ya los periódicos físicos están quedando obsoletos y se están viendo en la necesidad de migrar a lo digital. Además, gracias a los diferentes robots ya creados y los distintos algoritmos, las personas buscan únicamente lo que realmente les interesa. Algunos dicen que dejarán de existir los grupos de interés, por no afirmar ya la extinción de los mismos. Los dueños de las compañías se verán obligados a estudiar muy bien a sus públicos objetivos para no perder la comunicación con sus clientes.

Esto nos hace reflexionar, y preguntarnos: ¿hasta qué punto está bien que la tecnología sea un participante tan activo dentro de los procesos comunicativos? ¿Le diremos adiós a esas características propias de las relaciones interpersonales? De esta forma, se convierte en algo muy difícil diferenciar los beneficios y las dificultades que nos brindan las comunicaciones tecnológicas. Se convertiría en una cuestión totalmente subjetiva, en la que cada sujeto deberá evaluar qué tan beneficioso será la participación de la tecnología para el proceso comunicativo.

Y tú, ¿cómo crees que serán las próximas comunicaciones?

– Camila Alvarez

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