Desde la creación de las redes sociales, el tiempo que pasamos concentrados en el teléfono ha aumentado. Según SocialMediaToday las personas pasan en promedio hasta 2 horas diarias en redes sociales lo que se traduce en 5 años y 4 meses. Además, explican que, en la actualidad, ese tiempo supera el que pasamos comiendo y bebiendo, socializando (en vida real) y aseandonos, este tiempo no se espera que disminuya en un futuro sino todo lo contrario.
Indudablemente, las redes sociales tienen efectos tanto positivos como negativos. El impacto positivo que tiene es notorio como comunicación instantánea, libertad de expresión, sensación de comunidad y mucho más. El impacto negativo se puede observar, en su mayoría, en adolescentes y adultos jóvenes ya que se encuentran en el grupo que tiende a usar más las redes sociales, algunos de los efecto que este grupo ha dicho sentir son: ansiedad, depresión, falta de sueño, baja autoestima, poca concentración y aislamiento.
El impacto negativo que tiene las redes sociales en nuestra salud mental es preocupante. No estamos internalizando que, probablemente, se deba al contenido que estamos consumiendo en alguna de esas plataformas.
Un estudio realizado en la Universidad de Pensilvania encontró que, no solo hay una relación entre el uso de las redes sociales y el deterioro de nuestra salud mental, sino que en realidad, en muchos de los casos, hay una situación de causa-efecto, es decir, el uso y el tiempo que le dedicamos a las redes es el causante de ese deterioro. Asimismo, se han realizado diversos estudios que comprueban que el constante uso de las redes sociales ha sido el detonante para problemas de tipo psicológicos como problemas alimenticios, depresión y ansiedad.
El contenido que consumimos puede ser realmente perjudicial. Observar cuerpos perfectamente moldeados (aún cuando sabemos que quizás la foto está retocada), puede crear el sentimiento de inconformidad con nuestro cuerpo, y al observarlos constantemente va aumentando las probabilidades de que se convierta en un problema más grave.
Es por esto que es importantísimo que moderemos el tiempo que invertimos en estas plataformas. Como seres humanos y seres sociales es importante el contacto humano y fomentar las conexiones auténticas, debemos recordar que no todo lo que vemos en redes sociales es real, y evitar hacer comparaciones entre nuestra vida y aspecto físico con lo que vemos en las redes.
Y no solo eso, solemos revisar estas redes en nuestros momentos de descanso y realmente no estamos permitiendo que nuestro cerebro descanse. Aunque no lo creas tu cerebro sigue activo y consumiendo energía, ese cambio constante de una aplicación a otra hace que tu cerebro permanezca en actividad y no tenga un verdadero descanso.
Según SocialMediaToday, en esos 5 años y 4 meses se puede caminar la gran muralla china 3,5 veces, ver los capítulos de los simpsons 215 veces y escalar el Monte Everest 32 veces.
Imagina todo lo que puedes hacer con esa energía y tiempo que inviertes en redes sociales. Tal vez no escales el Monte Everest, ni camines la gran muralla china pero siempre encontrarás actividades que puedas disfrutar.
– Desiree Zambrano