Hoy la comunidad global lamenta la muerte de uno de los más prominentes líderes políticos Israelíes y premio Nobel de la Paz, Shimon Peres.

Peres, quien tuvo una trayectoria política de más de 60 años, es reconocido a nivel mundial por su contribución a la paz en el Medio Oriente. Una paz que fue establecida en la década de los 90, a través de una serie de negociaciones con la Organización de Liberación Palestina, que llevó a la firma de los Acuerdos de Oslo en 1994.  

Sin embargo, su legado va más allá de lo político. El estratega Israelí, como miembro de la generación de fundadores de Israel, contribuyó activamente a construir la “nación startup” que todos conocemos.  

En una entrevista reciente a la revista Times, Peres indicó que cuando participó en la creación del Estado de Israel, a primera vista, los fundadores no tenían nada; sólo una tierra árida. Sin embargo, en ese momento se dieron cuenta que en realidad disponían del recurso natural más valioso: el capital humano.

Es por ello que se enfocaron en construir un país con fortaleza basado en el conocimiento. Los resultados demuestran que, la apuesta de Israel por el capital humano, fue la más acertada. Según el ABC de España, Israel se ha convertido en la “Tierra Prometida de la Innovación:”

  • Tel Aviv, es el segundo lugar con más startups del mundo (el primero es Silicon Valley).
  • Israel, con sus apenas ocho millones de habitantes es el país con mayor inversión en capital de riesgo (aquel que se invierte en empresas emergentes) per cápita.
  • Israel es el segundo país con más empresas en Nasdaq, después de China, y el quinto país más innovador.

Peres contribuyó al desarrollo global hasta el último momento. En julio de este año, a sus 93 años, anunció en Tel Aviv su nuevo proyecto para compartir los conocimientos tecnológicos del Estado judío con el resto del mundo: el Centro Peres de la Paz y la Innovación. Dicho centro abrirá sus puertas en el 2018.

Más allá de su contribución a Israel, Peres era un fiel creyente en el avance de las naciones y la erradicación de la pobreza a través del desarrollo del potencial humano de cada nación con un enfoque en la ciencia y tecnología.

En el 2015, en México, expresó que ese país puede convertirse en una potencia científica e industrial, porque cuenta con el capital humano. Sin embargo, no sólo le atribuyó la responsabilidad de esta tarea al gobierno. El expresidente Israelí también instó a las empresas a invertir en sus personas, ya que últimamente le han dado la mayor prioridad a las maquinarias.

Hoy, tomemos un momento para reflexionar acerca de la vida de este gran hombre. Aprendamos de su experiencia y tomemos sus lecciones de vida. En la misma entrevista de la revista Times, Peres indicó que su mayor arrepentimiento era no haber soñado más grande. Así que soñemos en grande, y continuemos desarrollando nuestro potencial, para contribuir al progreso de la humanidad.

El espíritu de Peres continúa vivo a través de su legado. En las palabras del actual presidente de Israel, Reuven Rivlin, “No hay ningún capítulo de la historia del Estado de Israel que Shimon no haya escrito o del que no haya sido parte. Un único hombre conducía a una nación entera en las alas de la imaginación, en las alas de la visión. Un hombre que fue un símbolo para el gran espíritu de su pueblo. Shimon nos hizo mirar hacia el futuro, y le queremos. Le queremos porque él nos hizo atrevernos a imaginar, no lo que una vez fue, ni lo que es ahora, sino lo que podría llegar a ser”.

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