Muchas veces leemos un texto con la esperanza de obtener cierta información que necesitamos, pero… no entendemos el mensaje. Como lectores quedamos insatisfechos, y el autor, pues, no es comprendido. La comunicación no se logra, la transmisión de ideas no es efectiva y el conocimiento queda en el aire.

Como autor, quieres evitar que esto suceda. Te damos, entonces, siete tips para escribir un buen texto:

  1. Piensa primero: antes de escribir la primera palabra, reflexiona qué es lo que quieres comunicar; cuál es la idea principal del texto, tu punto de vista, el mensaje que quieres dejar, en fin, tu intención. Si te es difícil descifrarlo, pregúntate: ¿qué quieres que tu lector recuerde?
  2. Haz un esquema: necesitas saber cuál va a ser la estructura antes de comenzar a redactar. Piensa que tu texto es una ruta y debes guiar a tus lectores hasta el final del camino. De acuerdo a tu intención, esta estructura puede ser cronológica o desordenada, pero siempre ten en cuenta que todo debe dirigir hacia un fin.
  3. Más no siempre es más: Jorge Luis Borges dijo: “Desvarío laborioso y empobrecedor el de(…) explayar en quinientas páginas una idea cuya perfecta exposición cabe en pocos minutos”. No rellenes espacio sin utilidad.
  4. Cuida la redacción y ortografía: puedes tener las mejores ideas, pero si no están bien redactadas, simplemente no se entienden; y si hay errores ortográficos, tu lector probablemente cierre la página.
  5. Sé auténtico: ¿te ha pasado que estás hablando con alguien y no le crees ni una palabra? Quizás sea porque esa persona no está siendo honesta. Lo mismo sucede con los textos. No uses palabras rimbombantes para sonar como un erudito si no lo eres, por ejemplo. Sé tu mismo siempre.
  6. No robes: estamos influenciados por las conversaciones que tenemos, lo que leemos y todas nuestras experiencias. Podemos ser innovadores, pero es complicado aseverar que somos 100% originales. No obstante, cada vez que tomes una idea prestada, debes citar cómo es debido. No te gustaría ver cómo alguien se apropia de tu idea o trabajo sin darte el crédito, ¿verdad?
  7. Reposa y revisa: una vez que termines de escribir, descansa tu mente y toma distancia del texto. Este desapego es importante para que luego puedas evaluar (sin emociones) la calidad de tu escrito y hacer las correcciones necesarias. Recuerda verificar que no haya ningún error que se haya escapado.

Cuando le preguntaron a Federico García Lorca por qué escribía, su respuesta nos dejó una frase poderosa: “escribo para que me quieran”.

¿Para qué escribes? Quieres que las ideas que revolotean en tu cabeza, se traduzcan a un buen texto inteligible que otros puedan entender y consumir. Quieres comunicar conceptos, argumentos, razonamientos.

Un buen texto es aquel que nos transmite un punto. Escribes para tus lectores. Recuérdalo siempre: probablemente sea el mejor tip de todos.

 

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