En tiempos marcados por las innovaciones tecnológicas, la manera en que los seres humanos se relacionan y comunican está en constante cambio: las distancias geográficas o las diferencias de horario ya no impiden que las personas de distintos continentes interactúen y tengan acceso a la misma información simultáneamente.

La educación no escapa al espectro de la instauración de estos nuevos paradigmas y la tecnología ha influenciado significativamente los modos para aprender y enseñar.

Hemos sido testigos del nacimiento y auge del eLearning: el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs), incluyendo la transmisión de videos, imágenes, audios, animaciones y textos a través de Internet, para impartir educación.

El eLearning o la educación en línea rompe con la metodología tradicional del aula de clase en la que el profesor es el único que habla y los estudiantes escuchan. El docente responde, interactúa, no dirige, mientras que el estudiante es independiente al poder aprender con una metodología personalizada, dónde quiera y a su propio ritmo.

En una modernidad caracterizada por rutinas de tiempos ajustados, presiones monetarias y competencia acelerada, las personas deben conseguir la forma adecuada para no dejar de aprender.

Esta necesidad ha encontrado solución en el e-learning, lo cual se evidencia en las cifras de su mercado global. De acuerdo a Docebo, en el año 2011 se calcularon ingresos de $35.6 billones, los cuales se estima incrementarán a $51.5 billones en el año 2016 a una tasa anual del 7.9%.

No dejes que la rutina te impida seguir aprendiendo aquello que realmente necesitas. Te invitamos a hacerlo en Teachlr.

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