En Teachlr creemos que todos tenemos algo que aprender y algo que enseñar. Por eso, fuimos a la Universidad Metropolitana de Caracas y le propusimos a los estudiantes de la asignatura “Tecnologías para el aprendizaje” que escribieran para nuestro blog. Este es el resultado, escrito por Luisa Uzcátegui, estudiante de primer año.

 

Cuando estamos aprendiendo, siempre queremos asegurarnos de estar entendiendo todo. Queremos estar seguros de que ahora podemos hacer por nosotros mismos, eso que hasta hace poco no sabíamos.

Por esto, es importante que exista un proceso que nos permita obtener esas respuestas. Un proceso que involucre tanto al que enseña como al que aprende y les permita alcanzar su máximo potencial.

La buena noticia es que ese proceso existe y se llama retroalimentación o feedback.

Al realizar un proceso de feedback, una persona evalúa el desempeño de otras en cuanto al logro de un objetivo o una actividad. Luego, quienes reciben la información deberán estar en la capacidad de utilizarla para mejorar. El proceso de retroalimentación puede ser entre instructor-estudiante y también estudiante-estudiante.

En eLearning tener un buen proceso de feedback es fundamental. Debido a la distancia que genera el ambiente de aprendizaje en línea, una buena comunicación entre el instructor y el estudiante es necesaria para mantener la motivación y el interés de quien está tomando el curso.

En elearning se facilita la auto-evaluación porque la respuesta en la mayoría de los casos es inmediata. Una evaluación de verdadero o falso, o de selección múltiple son ejemplos de esto.

Pero para ir un poco más allá con el proceso de retroalimentación y lograr que sea 100% efectivo debe cumplir con ciertas características por parte de quien los da y de quien los recibe.

¿Cómo dar una retroalimentación adecuada?

  1. Ponte en el lugar del otro. El primer paso fundamental para dar un mensaje que tenga un efecto positivo en la persona que lo reciba es preguntarte cómo te gustaría que te dieran la información a ti mismo. De esta manera estás siendo cuidadoso de no ser ofensivo ni hiriente.
  2. Siempre explica el porqué. Determinar si algo estuvo correcto o incorrecto no tiene ningún sentido si no se explican las razones. Sin el porqué, el receptor no comprenderá sus errores y no existirá ningún tipo de aprendizaje. Para esto, mientras más detallado seas, mejor.
  3. Sé constructivo y no destructivo. En vez de sólo mencionar los aspectos negativos es importante hacer recomendaciones de cómo se pueden mejorar. Además, recuerda que estás buscando fomentar una mentalidad de crecimiento en quien recibe el feedback. Elogia el esfuerzo que hicieron y ayúdalos a reflexionar sobre cómo pudieron haber obtenido un mejor resultado.
  4. Crea una conexión emocional con el receptor. Muchas personas creen que generar miedo y presión es efectivo. Sin embargo, mostrar tus sentimientos puede crear una mayor receptividad en las personas al sentirse más cerca de ti.
  5. Básate en hechos y no en interpretaciones. Si bien en algunos casos la evaluación no es cuantificable, busca siempre utilizar hechos observables y no pensamientos subjetivos.

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¿Qué actitud debes tener al momento de recibir feedbacks?

Es muy común que te disguste ser corregido por otras personas. Sobre todo luego de haberte esforzado mucho para realizar alguna actividad.

Por ejemplo, imagínate que pasaste un fin de semana entero realizando una tarea para tu curso online. Finalmente la lograste enviar, pero unos días más tarde, recibes una baja calificación. En ese momento, tu primera reacción es pensar que no te mereces esa nota. “Este profesor es demasiado injusto”, dices. Te entiendo, pero muchas veces esta actitud se convierte en un freno para el aprendizaje, ya que no logras implementar el proceso de retroalimentación como se debe.

Para que las críticas constructivas que recibas sean beneficiosas para tu aprendizaje es indispensable ser receptivo y estar consciente de que este proceso sirve para tu propio bien. Una manera de poder adoptar esta actitud receptiva es leer tu evaluación una segunda vez “en frío”. De esta manera procuras no estar cargado de molestia, lo que te permite autoevaluarte objetivamente.

También es importante que establezcas una comunicación clara con la persona que te hizo las críticas. Esto te da la oportunidad de solicitar más detalles si sientes que la información es imprecisa o confusa.

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Las críticas son buenas

Todos los seres humanos, en ocasiones, tememos a las críticas. Solemos pensar que estas nos desvalorizan, mientras que, en realidad, es todo lo contrario. Las críticas tienen un rol muy valioso en cada proceso de aprendizaje. Es posible aprender a verlas como una motivación para el éxito.

La mayoría de los cursos en línea, como los que ofrece Teachlr, utilizan la retroalimentación para asegurar el aprendizaje de las personas en cada objetivo. Es por eso que debemos aprender a aprovechar al máximo estas herramientas.

El feedback por sí mismo no es bueno o malo. Si no existe o se hace mal se convierte en un obstáculo. Mientras que si se hace bien se convierte en pilar principal de nuestro camino hacia el éxito.

Depende de nosotros, como estudiante o profesor, qué rumbo le queremos dar.

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