El mundo hoy no es el mismo que el de hace dos, tres años.

La economía digital genera nuevas fuerzas que afectan los mercados: surgen nuevos problemas y necesidades; en consecuencia, se modifica la demanda de los consumidores, se adapta la generación de nuevos productos y servicios, y se ajustan los métodos de producción y distribución de los mismos.

En este contexto cambiante, las organizaciones necesitan contar con las herramientas para alcanzar sus metas de negocio y sobrevivir a la competencia. Esto es posible, siempre y cuando estén dispuestas a asumir la innovación como una actitud normal dentro de su cultura.

Ahora, una compañía no puede llamarse innovadora si no cuenta con una fuerza laboral entrenada y actualizada. Los líderes de negocios deben asegurar que su talento humano aprenda a manejar las habilidades que les permitan generar ideas novedosas para problemas, hasta hace poco, desconocidos.  

La concepción tradicional nos dictaba que una vez terminada la escuela y completada nuestra formación profesional en la universidad, ya reuníamos todas las capacidades para tener éxito en el mundo laboral.

Hoy, los trabajos no son tan estáticos. El CEO de AT&T, Randall Stephenson, asegura que las personas que no pasan de cinco a diez horas a la semana aprendiendo en línea, se volverán obsoletas con la tecnología. Nuestro mundo acelerado ha incrementado y diversificado las exigencias profesionales y para mantenernos al día, debemos seguir aprendiendo.

Ellyn Shook, Jefe de Recursos Humanos en Accenture, lo explica de forma clara: debemos aprovechar la tecnología para transformar a las personas, proyectos y organizaciones en empresas adaptables y listas para el cambio. El desarrollo de habilidades, la efectividad y eficiencia de la fuerza de trabajo y la aplicación de nueva tecnología son los elementos para que las compañías se mantengan competitivas y rentables en medio del cambio digital.

El entrenamiento continuo de la fuerza laboral es inevitable e indispensable.

Los millennials: la nueva fuerza laboral

El contexto laboral no es lo único que ha cambiado; el talento humano también, y como líder de empresa, debes conocer el perfil de tus empleados. Se ha calculado que para 2025, el 75% de la fuerza laboral global estará compuesta por millennials (aquellas personas nacidas entre los años ochenta y el dos mil), llamados también nativos digitales dada su facilidad con la tecnología, el lenguaje digital y los videojuegos.

Los millennials han crecido en la época de la expansión del Internet y las redes sociales. Se sienten cómodos usando cualquier tipo de dispositivo para conectarse permanentemente con el mundo. Han desarrollado la capacidad para hacer varias cosas a la vez y están acostumbrados a obtener lo que buscan en línea de forma inmediata.

No es sólo un empleo, es mi vida

Otra característica importante de los millennials es su compromiso y entrega al trabajo. De hecho, 80% están dispuestos a esforzarse de más si su trabajo adicional contribuye a que sus organizaciones sean exitosas. No sólo quieren cumplir un horario de ocho horas para luego irse a sus casas, sino que quieren trabajar para sentir que la aplicación de su conocimiento y habilidades sea de utilidad al momento de resolver problemas.

Buscan trabajar para organizaciones que los incentiven a innovar, a crear y a generar una contribución genuina a la sociedad. Buscan que su empleo, además de darles un propósito, también les ofrezca las posibilidades para cumplirlo. Quieren hacer la diferencia.

Avance y desarrollo

Los millennials están acostumbrados a la inmediatez y a buscar siempre nueva información que consumir. Esto naturalmente los hace impacientes, curiosos y proactivos. Y si bien son apasionados en el entorno laboral, este ímpetu puede disolverse fácilmente si la organización para la cual trabajan no les ofrece oportunidades de crecimiento que los motiven a dar lo mejor de sí.

De lo contrario, pueden sentir que están estancados. Esto explica cómo en promedio los millennials no duran más de dos años en sus empleos. Si no tienen espacios para seguir fortaleciendo sus habilidades o aprender otras nuevas que les permitan mantenerse actualizados, simplemente seguirán adelante.

Las organizaciones exitosas hoy en día no pueden darse el lujo de dejar a sus empleados sin espacios para continuar su formación y desarrollo profesional.

¿Cómo aprenden los millennials?

El auge de la tecnología y el uso constante del Internet y las redes sociales son características del entorno actual que definen a los millennials. En consecuencia, estas condiciones afectarán la manera en que esta población consume información y aprende.

Debido al acceso ilimitado a la información, los millennials están equipados para averiguar lo que necesitan saber y aprenderlo por su cuenta de varias fuentes, ya sea a través de blogs, cursos online, websites o videos de YouTube (de hecho, 81% en los EE.UU utiliza esta plataforma).

Los millennials además prefieren aprender de forma aislada, es decir, sin mantener un orden lineal entre los contenidos. Un día ven un video en sus redes sociales, más adelante leen un artículo en una revista digital sobre el tema y luego participan en una discusión relacionada en Quora.

Debido al acceso inmediato y amplio a la información y dado el estilo de vida agitado de los millennials, su capacidad de atención se ha reducido a ocho segundos (¡ocho!). Por ejemplo, cada vez más, es notorio como en Facebook y otras redes sociales la información se presenta en cápsulas de videos de dos minutos o menos.

Una manera innovadora de entrenar a una población innovadora: el microlearning 

Los esquemas tradicionales de enseñanza, donde las lecciones son presenciales, el horario es impuesto y el profesor es el único que habla en un aula con 50 personas, no se ajustan a las condiciones actuales. Por fortuna, ya existe una nueva metodología que se adapta tanto al contexto profesional agitado como al perfil impaciente de los millennials.

El microlearning es una manera de enseñar e impartir contenido educativo en segmentos breves que abordan temas focalizados y buscan cumplir objetivos específicos.

Se trata de emplear tecnología de punta y aplicar estrategias de diseño instruccional para desarrollar lecciones cortas, pero que en conjunto alcancen una meta global: el aprendizaje efectivo de ciertas habilidades y conocimiento.

Las lecciones pueden crearse en distintos formatos: videos cortos (preferiblemente de noventa segundos), quices, actividades interactivas, presentaciones o lecturas breves.

El microlearning se ajusta a los millennials porque:

  • Es autónomo. Los cursos de formación se toman en cualquier dispositivo con acceso a Internet, sea desktop, laptop, tableta o teléfono inteligente.
  • Es independiente. Los empleados definen su horario de aprendizaje: pueden tomar los cursos en cualquier lugar, a cualquier hora y regresar a ellos cuantas veces deseen.
  • Es flexible. Los empleados pueden tomar las lecciones que prefieran sin necesidad de seguir un orden cronológico.
  • Es práctico. Las lecciones cortas permiten que los empleados puedan dedicarle al curso períodos cortos al día, sin necesidad de interrumpir su trabajo.

En suma, el microlearning le permite a los millennials controlar su tiempo, mientras que los empodera con nuevos conocimientos en un formato que los engancha.

microlearning

Buenas prácticas del microlearning

Para que el microlearning sea una técnica efectiva de formación profesional deben seguirse ciertos parámetros:

  1. Objetivos claros de aprendizaje

Antes de comenzar, se debe definir qué necesitan aprender los empleados al finalizar el curso y cuáles habilidades deberán ser capaces de aplicar en su trabajo.

  1. Esquema del contenido

Una vez definidos los objetivos, se determina cuál va ser el contenido del curso, los temas que se abordarán y cómo estará estructurado. La mejor forma de hacerlo es a través de la elaboración de un índice, en el cual se separa el contenido en capítulos, los cuales a su vez se dividen en lecciones.

  1. Un objetivo por lección

Es clave y esencial que cada lección contemple un solo objetivo de aprendizaje. En otras palabras, cada lección deberá abordar únicamente un tema, a fin de garantizar la retención rápida y efectiva por parte del empleado.

  1. Lecciones cortas y en video de alta calidad

Las lecciones preferiblemente deben producirse en videos de noventa segundos. Si las lecciones no pueden generarse en segmentos tan cortos, probablemente sea porque se esté incluyendo información no relevante o se esté abordando más de un tema.

Igualmente, es indispensable cuidar la calidad del video: tanto el audio, como la imagen y presentación deben ser óptimos para garantizar un aprendizaje efectivo y mantener la atención del espectador.

  1. Lecciones intercambiables

Las lecciones deben poder verse en cualquier orden, siempre y cuando se pueda seguir aprendiendo y mantener la visión general del curso.

  1. Lecciones prácticas

No sólo se trata de enseñar a través de conceptos teóricos, sino también de demostrar cómo el conocimiento tiene aplicación práctica. Luego de impartir la lección teórica, debe incluirse uno o más segmentos que expongan cómo la habilidad se traduce al entorno laboral.

  1. Medición de resultados

Una vez impartidas las lecciones es necesario verificar si los empleados han logrado absorber el conocimiento; es decir, si el curso ha sido efectivo.

Para tal fin, deberán incluirse formas de evaluación como quices o encuestas que midan el desempeño de cada empleado. De igual forma, se recomienda utilizar reportes y analíticas que permitan hacer seguimiento de su actividad (tiempos de conexión, lecciones vistas, número de ingresos, etc.).

  1. Certificados

El empleado valora obtener algún documento que confirme su participación en un curso que le ha permitido adquirir una habilidad profesional. Es así como se sugiere la entrega de certificados individuales una vez completado el curso de formación con éxito.

¿Se nos pasó alguna buena práctica del microlearning? Por favor, dinos en los comentarios.

La formación continua es una inversión segura e inevitable

Las señales son claras:

  • Una economía digital que acelera los mercados.
  • La necesidad que tienen las organizaciones de adaptarse a este contexto ágil y competitivo.
  • El entrenamiento de la fuerza laboral como una acción indispensable para enfrentar los nuevos desafíos.
  • Un nuevo tipo de empleado volátil y proactivo que requiere oportunidades de crecimiento para que las compañías capitalicen su talento y garanticen el éxito de la empresa.

Y tú, ¿qué esperas para brindar entrenamiento continuo a través del microlearning a tus millennials?

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