Cuando decimos miedo a la tecnología no estamos sugiriendo que te asusta ver la pantalla de una computadora. Sabemos que no es el caso (sobre todo si estás leyendo esto). Nos referimos, más bien, a la ansiedad que produce tener al alcance tantas nuevas herramientas que ofrece el acceso a internet y no saber manejarlas.

El mundo está cada vez más conectado gracias al Internet, y aunque esto es un gran beneficio, sabemos que también puede resultar abrumador, porque estamos obligados a mantenernos al día con los avances tecnológicos si queremos ser eficientes y obtener buenos resultados en lo que hacemos.  

Puedes tenerle miedo a la tecnología, si te identificas con algunas de estas señales:

  • Has tenido la sensación de que hay muchas cosas que no conoces, de las que no te enteras, o que no sabes hacer: estás seguro de que podrías tener fácil acceso a ellas en internet, pero no sabes cómo llegarles, por dónde empezar a investigar: esto es algo que le pasa a casi todos, desde la tía que acaba de crear su cuenta en Twitter y te pregunta todos los días qué es un hashtag, hasta los profesionales con varios años de experiencia en áreas como la investigación o la educación.

Buscas la manera de evitar responsabilidades que requieran utilizar una herramienta virtual: desde crear una cita compartida o enviar un correo grupal, hasta crear un curso online, un video promocional o hacer un reporte de investigación. Si te suena complicado, tratas de hacerlo de otra manera.

Te da ansiedad aprender a utilizar algún recurso virtual: a pesar de que en la oficina se hayan ofrecido varias veces a enseñarte a usar Prezi o Google Drive y todos te aseguran que va a simplificar tu trabajo, todavía tienes algo de nervios y piensas que no vas a aprender a usarlo.

En Teachlr conocemos muy bien estas señales, pero por suerte también conocemos casos en los que fue posible superar el miedo inicial a probar algo nuevo.  Lo cierto es que a través de internet se pueden hacer cada vez más cosas, y las normas tradicionales están adaptándose a esta nueva realidad.

Por ejemplo, muchos de nuestros profesores imparten clases presenciales y la idea de crear un curso virtual les había generado en un principio mucha ansiedad. Pero una vez publicado su material, todos han dicho disfrutar mucho la experiencia, pasando de ser profesores que no están familiarizados con el proceso de crear un curso en línea a ser profesores que repetirían la experiencia sin dudar.

Si hay una cosa en la que todos están de acuerdo, es que es importante perderle el miedo a intentar, porque innovar es maravilloso. Cuando estés listo, en Teachlr tenemos todas las herramientas para apoyarte en la producción de tu curso. Y aunque tal vez no podamos ayudar a tu tía con su nuevo Twitter, sí podemos darle un consejo útil, (y a todos los que estén entrado en el mundo virtual), y es que la práctica es la mejor forma de aprender. Inténtalo y vas a ver que en poco tiempo vas a pensar como uno más de nuestros profesores.

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