La mayor parte de las críticas a las prácticas eLearning conducen a un punto ciego: solo se trata de información, no de conocimiento. ¿Es esto realmente así? ¡Por supuesto que no! Claro que si confundimos un tutorial sobre cómo armar un gabinete de cocina con un curso de buenas prácticas nutricionales, entonces estamos en problemas.
Es común asimilar la tecnología con el proceso, pero esto no es correcto. Por ejemplo, un pizarrón y una tiza son un tipo de tecnología, pero no son el proceso de enseñanza/aprendizaje. Del mismo modo, un computador y la internet son un tipo particular de tecnología, pero no son el proceso de enseñanza/aprendizaje eLearning.
Así pues, pensar que el eLearning es necesariamente un proceso de baja calidad que maneja sólo información y no conocimiento debido a lo popular de la tecnología empleada, es una simplificación injustificable. Es confundir el tutorial con el curso.
Información vs. Conocimiento
Pero ¿cómo hace el eLearning la transición de entregar mera información a impartir real conocimiento? Debe quedarnos claro, en primer lugar, la diferencia entre información y conocimiento.
Información, por una parte, es el dato puntual. Se refiere a los hechos, las estadísticas, incluso algunos conceptos simples. En otras palabras, la información son los ingredientes de una torta, cada uno por separado: la harina, el azúcar, los huevos, el chocolate, etc. Cada uno por su lado, sin mezclarse y sin relación aparente.
Conocimiento, por otra parte, es la torta ya preparada, horneada y lista para comer. Es decir, se refiere a la comprensión de las relaciones entre cada una de las partículas de información brindadas, a la posibilidad de ponerlas a funcionar juntas con sentido.
En consecuencia, un tutorial nos brinda información, nos muestra procesos pre-establecidos y pre-definidos. Nuestro aporte en ellos no sólo es nulo sino irrelevante. No se exige de nosotros sino mirarlo atentamente y seguir las instrucciones.
Un curso en línea, emplea el eLearning como proceso a través del cual se facilitará al participante la conversión de la información en conocimiento. Se le orientará sobre cómo unir los puntos, relacionar los hechos y, finalmente, sobre cómo hacer la torta.
eLearning y conocimento: algunos tips.
Un curso en línea no puede ser un simple tutorial. Tiene que ir mucho más allá, de lo contrario el participante se llevará mucha información, pero cero conocimiento. Por ello, recomendamos que todo curso en línea:
1) Tenga un propósito. Aprender con un sentido siempre es más estimulante y clarificador.
2) Contribuya a la construcción progresiva de conocimiento. No todo a la vez. Poco a poco, incrementando el nivel de dificultad paulatinamente.
3) Esté anclado al mundo real, sin exceso de datos teóricos ni demasiada abstracción. Ver el sentido que tendrá lo que aprendemos en nuestro mundo es fundamental para potenciar la construcción de conocimiento.
4) Esté organizado para que el proceso de construcción del conocimiento sea exitoso y adecuado al propósito del curso.
5) Sea multimedia, porque no todos aprendemos del mismo modo. Es conveniente que además de videos (medio predilecto), podamos ofrecer alguna lectura interesante, audios, etc.
De modo que agreguemos emociones. Algo de humor, por ejemplo, no viene mal y ayuda a fijar lo aprendido en nuestra memoria. Para los efectos de nuestra torta, sería algo así como el olor que sale del horno. ¡Inolvidable!