¿Cómo le pongo un precio a mi curso? Ésta es una de las preguntas más comunes y más difíciles de contestar, porque… es diferente para cada curso.
Sí, es una respuesta vaga, pero también cierta.
Para definir un precio, tú como profesor debes haber investigado las condiciones específicas a tu caso que garantizarán la venta de tu material. Y el trabajo no termina ahí: luego de publicar tu contenido a cierto precio, debes hacer seguimiento a la respuesta del público para evaluar si arroja los resultados deseados o si requiere una modificación.
Para definir tu precio debes tener en cuenta un principio básico de economía: la ley de oferta y demanda, la cual explica cómo la disponibilidad de un producto, a la vez que los deseos y la rentabilidad de los posibles consumidores condicionan el precio del bien o servicio.
Se trata entonces de fijar el precio de tu curso de acuerdo a cuán demandado es en el mercado de estudiantes y al tipo de contenido que puedas ofrecer. La meta es alcanzar el punto de equilibrio, en el cual ofrezcas tu producto a un precio que tus clientes estén dispuestos a pagar y que a la vez te permita generar ganancias.
La pregunta crucial es entonces, ¿cómo hacer para averiguar el precio que conduzca al punto de equilibrio?
Conoce a tu potencial estudiante
De acuerdo a tu tema, podrás tener idea de las características de las personas que estarían interesadas en aprender lo que sabes y que también (y muy importante) pagarían por ello. Por ejemplo, si vas a ofrecer un curso de yoga, puedes intuir que tu típico estudiante será una mujer entre 18 y 40 años que valora su estado de salud a tal punto que dedica recursos y tiempo para cuidarlo. Caracterizar a tus estudiantes te permitirá no sólo calcular el precio de tu curso, sino también planificar cómo promoverlo efectivamente de acuerdo a los intereses y necesidades de tus potenciales compradores.
Determina el valor de tu curso
Tus estudiantes si bien pagan por obtener los conocimientos que transmites, más importancia le confieren al valor que les aportará tu curso. ¿Cómo cambiarán sus vidas luego de tomar el material? ¿Qué objetivos podrán alcanzar aprehendiendo tu conocimiento? ¿Qué herramientas obtendrán y cómo podrán utilizarlas? Una vez que identificado el valor que tu contenido le aporta a tus estudiantes, procede a delimitar el precio de tu curso.
Calcula tus costos
Una de las ventajas de crear tu curso online es que la inversión es única, pues la grabación se realiza en cuestión de unos pocos días o, inclusive, en uno solo. La inversión tampoco debe ser recurrente (semanal, mensual o anual) para percibir ganancias: una vez que publicas tu curso en Teachlr, ya está disponible en el mercado para su venta día y noche, de forma indefinida.
Por otra parte, los costos de producción varían de acuerdo al tipo de curso que estés creando. Si realizas tu curso a través de screencasts, nada más necesitas tu computadora, unas cuantas lámparas, si acaso un micrófono adicional y un programa de edición. Ahora, si tu curso es a cuerpo completo, necesitarás emplear más equipos de iluminación, alguna cámara especial y a lo mejor alquilar un espacio.
Ahora bien, antes de empezar a grabar, define cuánto estás dispuesto a invertir y una vez finalizada la producción, calcula los costos totales. Es importante que a la hora de estipular el precio de tu curso incluyas los costos, pues como en todo negocio, las ventas deben lograr cubrirlos a fin de generar ganancias.
Investiga a la competencia
Averigua y conoce los otros cursos en el mercado que enseñen el mismo tema que tú. Presta atención no sólo al precio, sino también a la duración, el contenido, los materiales utilizados (videos, quices, audios, documentos), la calidad general de los otros cursos y la experiencia de los profesores que los imparten. De igual forma, te recomendamos leer la sección de comentarios para averiguar el feedback de los estudiantes: qué no les gustó, si estuvo incompleto o qué les aportó más valor. Esto además de darte referencia sobre cuál es el precio promedio de productos similares, te permitirá averiguar qué temas puedes incluir en tu curso que los demás no abordan y así afinar el diferenciador que tu curso aporta, para luego redactar un buen título, descripción y objetivos que capten la atención de tus potenciales estudiantes.
Establece metas
Antes de empezar a crear tu curso, calcula las ganancias que esperas percibir con la venta de tu material durante un plazo estipulado. Esto te permitirá determinar cuántas ventas necesitas lograr al precio definido, para luego evaluar si éste contribuye al cumplimiento de las metas planteadas.
Prueba distintos rangos de precio
El precio establecido no es inamovible. Si la cifra publicada no te está ayudando a cumplir las expectativas, prueba distintos números para determinar cuál genera mejores resultados. (Recomendamos que por cada hora de curso cobres entre diez y veinte dólares). Además en Teachlr tenemos herramientas que facilitan correr estas pruebas: ofrece tu curso con cupones de descuentos por plazos limitados o inscríbete en nuestro Plan de Mercadeo (disponible muy pronto).
Una recomendación adicional
Si bien es contraproducente colocar tu curso a sobreprecio, tampoco subestimes tu contenido al ofrecerlo a un precio muy por debajo de lo que merece. Un curso a un precio comparativamente inferior desincentiva la compra, debido a que da la impresión de que el material no es de buena calidad, no aporta valor y no merece ser pagado. Hemos visto en nuestras estadísticas que cuando un estudiante paga por un curso de precio elevado, le dedica más esfuerzo: le interesa, lo completa y regresa al mismo cada cierto tiempo.
Muy bien, ya tienes nuestros tips para definir el precio de tu curso. ¡Esperamos haber sido de ayuda! Y si tienes alguna otra duda, siempre estamos disponibles en info@teachlr.com